Era una mañana de invierno, había mucha neblina aquel día en el campo. Me alistaba para salir con mi amada, a dar un paseo, él carruaje estaba listo para partir, Liz llevaba un vestido muy precioso de color verde con encajes dorados que combinaba con su color de ojos; al verla me quedaba sin palabra alguna. Nos dirigíamos a la capital, durante el viaje no podía dejar de verla, platicábamos siempre de lo que fuera, pero al estar frente a ella, me perdía en su mirada que me cautivaba mucho. Una vez llegando a nuestro destino, nos dirigimos a la Plaza a caminar un poco; luego compramos una bolsa de maí